El 25 de mayo de 1841 se realizó un certamen poético en la otra banda del Plata, para ser más preciso en Montevideo, bajo los auspicios del señor Antuña, jefe político local, que como afirma Ricardo Rojas “quiso asociar, al afán de las armas, el decoro de las letras”. Esa fecha siempre era celebrada en la ciudad de San Felipe y Santiago, como una fecha local, fasto común a uruguayos y argentinos, y volvemos a Rojas “a la vez que afirmar, por el culto del arte, los ideales a cuyo servicio combatían” aquellos exiliados de Buenos Aires.
Florencio Varela presidió el jurado integrado además por Francisco Araucho, Cándido Juanicó, Juan A. Gelly y Manuel Herrera y Obes. Resultó ganador Juan María Gutiérrez con su canto “A Mayo” y segundos José Mármol y Luis L. Domínguez.
La convocatoria decía: “Al individuo que presente la mejor composición poética en celebridad de la revolución de Mayo, de los obstáculos que tuvo que vencer y de los beneficios que ha producido en el continente sudamericano es ofrecido el premio que deberá consistir en una medalla de oro que en su anverso tendrá República Oriental – 25 de mayo de 1841 – entre dos ramas de laurel; y en el reverso -Al mérito poético-, entre una orla de siemprevivas y de rosas”.
Once composiciones se presentaron por el correo, con el secreto del seudónimo y la consigna del lema, como es común en este tipo de certámenes. El 25 cuando se iba a realizar la fiesta, coincidió con el combate naval frente al puerto de la escuadrilla de Rosas, al mando de Brown con la de Montevideo al mando del norteamericano Coe y de Garibaldi.
Igual la fiesta resultó emocionante, después que una orquesta abrió el acto, el presidente Francisco Araucho mandó leer el informe del jurado que redactara Florencio Varela. Luego Juanicó leyó el “Canto a Mayo” invitándose a su autor a recibir la medalla, con estas palabras: “He aquí el lauro consagrado por el patriotismo, al sublime cantor del gran día de América. Os habéis hecho, por vuestro noble ingenio, digno de él y del común aplauso”. El premiado agradeció con estas palabras: “Señor: la más alta poesía no es tan elocuente como este acto, para demostrar los progresos morales debidos al gran pensamiento de Mayo. Yo acepto, señor, este premio con reconocimiento; y donde quiera que me arroje la ola de la revolución de mi patria, allí mostraré para probar que en la República Oriental del Uruguay han echado raíces la civilización y el amor a la libertad”.
Sucedió un 25 de mayo pero dos años después 1843. Dos días antes Andrés Lamas se había dirigido al gobierno dando cuenta de esta reunión “de aquellos que están llamados a despojarse en las puertas del Instituto de sus prevenciones y colores políticos, para entrar en él a ocuparse tranquilamente en objetos de interés común y permanente” agregando. Más adelante apuntaba: “empezará por aproximarlos y acabará tal vez por nivelar las opiniones todas y reunirlas en el centro de la utilidad y la gloria de esta Patria”.
Fueron sus miembros fundadores además de Lamas y Vilardebó, Cándido Juanicó, Fermín Ferreira, Santiago Vázquez, Francisco Araucho, Melchor Pacheco y Obes, Manuel Herrera y Obes, Florencio Varela, José Rivera Indarte, Bartolomé Mitre y Julián Álvarez. A esa lista se sumaron dos argentinos en la categoría de socios de número: Gral. José de San Martín y Bernardino Rivadavia.
El Instituto cumple hoy 178 años de su fundación, lo han integrado ilustres personalidades, en la actualidad con carácter de miembros de honor pertenecen los ex presidentes Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle Herrera, incluyendo entre los numerarios a ministros como Edmundo Narancio, Héctor Gros Espiell, Raúl Iturria y la actual subsecretaria de Cultura Ana Ribeiro, y distinguidos embajadores como José Luis Bruno y Juan José de Arteaga, lo que nos habla “del amor a la libertad” con opiniones políticas a veces encontradas pero siempre buscando el nivel superior. Cuanto hace que no sucede esto en nuestro país que figuras de relevancia que integran Academias llegan a puestos ejecutivos.
Una historia y un mensaje para pensar en este aniversario de la Revolución de Mayo.
por Roberto Elissalde*
* Historiador. Miembro Correspondiente del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. Vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación.