Valgan estas líneas como indeleble testimonio de la firme huella de presencia en la vida argentina de este caballero ejemplar, valioso e intachable, tanto en su vida privada como pública, como excelente persona , profesional diligente , firme militante y articulador político, inteligente jurista, eficiente funcionario, juez probo, destacado legislador.
Toda su trayectoria desmiente a los escépticos de la decadencia nacional que descalifican la posibilidad de ser honrado en las cosas públicas.
Fueron muchas sus facetas y ubérrima la herencia de ejemplaridad que sembró. Han de multiplicarse los homenajes sin poder agotar los adjetivos propios del panegírico de quien supo ser fiel a su vocación, a sus convicciones partidarias y republicanas, a su familia, su patria y sus amigos.