Azul
El río está tranquilo.
Las pocas personas que andan por el pasto, entre bancos y árboles,
lo hacen en silencio.
Me permiten leer y pensar.
Descansar, por un rato, del caos porteño.
Sé que en algún momento voy a tener que subirme a mi bici,
atravesar la costanera, pasar la manifestación, esquivar el tránsito,
escuchar las noticias incendiarias, ocuparme de mis cosas.
Lo haré.
Llegaré a mi casa, oscura.
Me sentaré frente a la computadora,
trataré de conquistarlo todo
con la ingenua ilusión
de encontrar en ello el amor que reclamo.
Lo haré.
Escribiré mil páginas, viajaré por el mundo,
conoceré a tantas personas como pueda.
Las amaré con la mayor intensidad que haya en mi.
Lo haré.
Aunque pierda la vida intentándolo.
Aunque sea un afán estúpido, sin sentido.
Aunque me aterre el ridículo.
Lo haré y volveré acá,
siempre.
Con mi bici, mi cuaderno, mi mochila.
A éste banco.
A escuchar el oleaje lamiendo las piedras negras.
A mirar este río de aguas ocres, éste cielo azul intenso.
El tiempo dirá quién soy.
En este momento poco me importa.

por Julián Ferreira