El martes 22 de mayo tuvo lugar uno de los eventos más exitosos del Café: la presentación de la antología Ocho Tintas, de ocho autores que escriben en el taller literario de la narradora y poeta chilena Teresa Calderón. Se reúnen los miércoles en lo de “La Tere” en Las Condes al nordeste de Santiago.
Protagonistas de la velada fueron la ya mencionada Teresa Calderón, Perla Calderón Herschman, Catalina del Rosario Larraguibel Lazo, Carmen Gloria Lazo Esper, María Luisa Undurraga Morel, todas chilenas, y María Eugenia Lascano Quintana, argentina con residencia en Chile.
Mucha gente asistió al acto, chilena y argentina, a pesar de la tarde dificultosa que nos tocó vivir en nuestra ciudad. Distinguí a la familia en pleno de María Eugenia Lascano: su padre, presidente de nuestro club, su madre, la pintora María Luz Gil y todos los demás. En primera fila, vi a los infaltables Jorge Beltrán y Ángel Pini, y a Eliana Prebisch. Poco más atrás, a la ex embajadora chilena señora de Pico, a Carmen Verlichak, Jorge Amiune, Jorge Roullion. De la Comisión Directiva del Club asistieron Jorge Ausina, Roberto Punte con Gloria de Noailles y a Carlos Regúnaga y su señora. Y muchos más.
Las primeras palabras de bienvenida fueron las de Guillermo Lascano Quintana. Como coordinadora, presenté a cada una de las participantes del panel en quienes reconocí algunos rasgos comunes: formación cultural importante, linaje con artistas y escritores destacados, buen manejo de la lengua, profundo sentido de familia, interés por el entorno, de paisajes y de ciudades y entusiasmo por la actividad que desarrollan los miércoles de la que es testimonio Ocho Tintas, “una experiencia escritural colectiva” o sea experiencias autobiográficas transformadas en Literatura.
Teresa Calderón habló sobre el quehacer común y leyó las palabras que sobre cada autor escribió el poeta chileno Thomas Harris Espinosa.
Perla Calderón,(n. Santiago, médica y escritora), nos dio a conocer Una novia para Moisés donde narra, con humor, las dificultades que atravesó el personaje Moisés para huir de una novia no deseada.
Catalina Larraguibel (n, Talca, periodista y literata, con gran apego a la música) leyó Mi abrigo rojo ochentero, recuerdo nostálgico de épocas pasadas de las que entre pocas cosas sólo mantiene su espléndido abrigo traído de Italia en los ´80.
María Eugenia Lascano Quintana (n. Buenos Aires, y vive en Chile. Estudió Diseño Gráfico y es escritora). Ella eligió para leernos su relato Confesionario. El epílogo lo dice todo:”Post- Parto o Puerperio: Dícese de la etapa que conduce a cada mujer a todos los pecados menos uno” . Y desfilan la Pereza, la Gula, la Envidia. La Ira. El Orgullo, la Avaricia. Y al fin, la Lujuria que, para las parturientas, brilla por su ausencia. Originalidad y humor hicieron que este texto fuera uno de los más aplaudidos de la antología.
Carmen Gloria Lazo Esper (n. Río Bueno. Vivió en Valdivia de donde pasó a Santiago. Escritora y profesora de educación básica, se especializó en educación diferencial) Su relato sobre el terremoto de Valdivia de 1960, “uno de los cataclismos más grandes de la historia” conmovió pues se trataba de la misma realidad que se nos transmitía a través de una testigo que de niña, con alrededor de diez años, estuvo allí, sufriéndola, con su familia.
María Luisa Undurraga Morel (n. Santiago. Dueña de una tienda empezó a escribir junto a Teresa Calderón, primero cuentos y más tarde poemas). Fue un buen cierre para la velada la lectura de sus poemas sensibles en los que aparece la naturaleza acompañando a los sentimientos.
Aplausos, brindis, música de piano ejecutada por Ana Alicia Fernández de Ezcurra. Un concurrente muy fiel a nuestras reuniones me escribió que fue uno de los actos más completos celebrados en el Club.
Carmen Medrano