Un análisis racional, reflexivo, crítico, realizado con herramientas filosóficas y del Campo Junguiano, buscando entender de manera profunda la actualidad tanto como el futuro inmediato, si esto fuera posible
“Pensaban que sólo tenían esa vida y se aferraron a ella con todas sus fuerzas, incluso si les costaba su afecto, su dinero, su inteligencia y su libertad.
Aceptaban todo, todo, siempre y cuando pudieran superar sus vidas miserables un día más…”
(C. S. Lewis, en “Cartas del diablo a su sobrino. ”)
CIERTAS CONSIDERACIONES INTENTANDO COMPRENDER CÓMO LLEGAMOS HASTA AQUÍ… ASÍ…
Hace medio siglo, no cualquiera se atrevía a presentarse como militante de izquierda. Cincuenta años parecería un gran lapso transcurrido; pero con la “aceleración de los tiempos” se ha convertido, apenas, en un momento de la vida de una persona.
Pues bien, medio siglo atrás había que ser atrevido (tal vez esa palabra habría usado Jorge Luis Borges) para presentarse como simpatizante de la izquierda. Había Partido Comunista y Partido Socialista (este dividido en diferentes ramas) en la Argentina tanto como en algunos otros países; pero eran grupos muy minoritarios. Estaba el Partido Socialista Democrático – con el Prof. Américo Ghioldi a la cabeza – que estaba claramente enmarcado en los ideales democráticos sin ninguna connotación “revolucionaria.” Hablamos de “revolución” según como era concebida entonces: destruir lo establecido para crear algo nuevo. Ese “algo nuevo” nunca fue muy entendible.
Lo concreto – los hechos – es que había dos ejemplos de gobiernos autotitulados de izquierda donde si algo no existía era la libertad. Ni individual, ni grupal. La URSS y Cuba fueron los dos ejemplos relevantes. Luego, se sumó la China de Mao Tse Sung. En los tres casos el “nuevo orden” – presentado como el que habría de llevar bienestar, crecimiento y esplendor a los pueblos – fue establecido a sangre y fuego, destruyendo a cuánto opositor surgiera. Fusilar es cuestión normal para ellos.
Llegamos, así, a dos situaciones que merecen recordarse. En la URSS – además de asesinar, torturar o enviar al Gulag – a los opositores se los empezó a internar en hospitales psiquiátricos con el argumento de que “sólo un enfermo mental grave podría estar en contra del comunismo.” No hay límites. En esas instituciones se los utilizaba para experimentos, investigaciones y estudios. Severos seguidores del Dr. Joseph Mengele. Obvio.
Tampoco olvidemos las maneras en que decidieron actuar los seguidores de estos regímenes totalitarios. Pongamos por caso que este reciente domingo 2 de agosto se cumplieron, exactamente, 50 años de cuando, en 1970, tuvo lugar el primer secuestro aéreo. Un Boing 747, con 378 pasajeros, cuando volaba desde Nueva York con destino a San Juan de Puerto Rico, fue desviado, precisamente, a Cuba donde aterrizó y los criminales terroristas que secuestraron al avión fueron protegidos de inmediato por la tiranía castrista. Con este tipo de herramientas se buscó difundir las bondades del Paraíso Terrestre propuesto por estos totalitarismos. Quienes, dicho sea de paso, sólo ven al pueblo como instrumentos desechables útiles para sus logros personales.
El otro hecho digno de subrayar, es que tales autoritarismos tuvieron que cerrar sus fronteras; no para que la gente deseosa de ingresar a un país en el que se vive mejor – como ocurre, por ejemplo, con los Estados Unidos – no lo lograra; sino para que los supuestos “beneficiados” con el nuevo régimen… ¡no huyeran! Ese – y no otro – fue el motivo de la construcción, repentina y desesperada, de la “Cortina de Hierro” (denominación original de Winston Churchill) y de la felicidad que provocó su destrucción, décadas más tarde, cuándo ya estaba teñida por la sangre de numerosas personas que buscando escapar del régimen soviético cayeron bajo las balas disparadas por quienes, se suponía, habían llegado para darles el Paraíso Terrenal.
El otro caso es – claro está – el de los balseros cubanos. Ante la imposibilidad de dejar la isla dominada por los dictadores Castro donde se venera la imagen de un asesino serial conocido como “El Che”, quien fue asesinado en Bolivia precisamente por haber sido entregado por el mismo Fidel, la gente comenzó a organizarse para huir hacia el continente americano usando frágiles balsas. Cientos, o miles, murieron en el intento.
Raro esto de que la gente busque huir de pretendidos paraísos para instalarse en lugares donde la propiedad privada, la democracia y la libertad de prensa imperan.
¿Qué ocurrió en determinado momento que, frente a tanta evidencia de lo dañino que es para el pueblo este tipo de regímenes autopretendidos “socialistas” (ya ninguno habla de “comunismo” hoy en día), empero las ideas izquierdistas comenzaron a ganar terreno en la simpatía de la gente.? Si todos los ejemplos habidos muestran el desastre al que conducen – Venezuela es el más reciente – ¿a quien se le ocurriría perseverar en esto? Algo que ya conocemos: sea mediante una revolución cruenta (hoy esto es más difícil que suceda, diríamos que tiene “mala prensa” hacerlo así y que no concitaría el apoyo de las naciones) o bien aprovechando los mecanismos que provee la democracia (elecciones) hacerse del poder… ¡para no entregarlo nunca más!
La respuesta es sencilla. No se tuvo en cuenta la intervención en la cultura; ni siquiera hablamos del campo intelectual, sino de la cultura cotidiana. Los de aquella ideologia fracasada, tuvieron muy en cuenta aquella frase de Pierre Bordieu cuando afirma: “el que nomina, domina.” ¡Esencial!
Iniciaron, entonces, un trabajo lento, de años, muy efectivo, de cambio de definiciones para un mismo término. Así la izquierda fue haciéndose sinónimo de búsqueda de ayudar a los pobres dejados a un costado del camino de la vida por el terrible capitalismo. A su vez, capitalismo pasó a ser “cruel”, “despiadado” y otras adjetivaciones deleznables. Y no olvidemos: “la derecha.” Derecha ya no era una posición donde se sostienen los valores tradicionales, las ideas de patria, honor, lealtad, crecimiento con esfuerzo, espiritualidad, comprensión de la existencia de un Dios cualquiera fuera su nombre… ¡De ninguna manera!
Alguien “de derecha” pasó a ser un individuo egoísta, mezquino y miserable que sólo piensa en enriquecerse a costa de lo que fuere y siempre dispuesto a utilizar a las Fuerzas Armadas de su país para destruir al pueblo.
“El que nomina, denomina.” Agradezcámosle a Pierre Bordieu el habernos transmitido esta valiosa enseñanza. Tal vez no estaría mal agregar aquella frase atribuida al Ministro de Propaganda de Hitler: “Una mentira repetida mil veces se transforma en una verdad.”
De esa manera, hace alrededor de medio siglo, comenzó una labor lenta, perseverante, sin pausa, para cambiar definiciones a una cantidad de términos. Y eso conduce a modificar conceptos culturales que ya estaban establecidos en una comunidad.
Pongamos por caso el siguiente:
Nuestros padres, abuelos y otros antepasados que hicieron del esfuerzo cotidiano una forma de vida, que trabajaron con ahínco día tras día, para construir la casa, alimentar a la familia, educar a los hijos, encarnando aquel sueño – tantas veces concretado – de “mi hijo, el dotor”; a la luz de las denominaciones actuales no fueron otra cosa que unos tontos, sometidos al imperio de los poderosos que los llevaron a doblar la espalda años y años. ¡Nuestros antepasados estaban equivocados! Tendrían que haber salido a delinquir, llevar adelante actos criminales, quitándoles a los que tenían, por que, ya sabemos, quien carece de algo es a causa de que es una terrible víctima del sistema. Y, por lo tanto, está obligado – y autorizado moralmente – a delinquir para obtener lo que necesita. El delincuente – afirma esta nueva nominación de las definiciones que se va imponiendo – es tan sólo una víctima que merece cuidado, comprensión, atención y piedad. Víctima de un sistema perverso que ha hecho que otros tengan bienes que él anhela y arrebatárselos es una vía adecuada para hacerse de ellos.
Hay que estar atentos. Múltiples ámbitos están impregnados de la “nueva nominación” y, con ello, con estos cambios culturales, se va imponiendo una forma de entender las cosas que llevan agua a un solo y único molino. Ya conoce el lector a cuál nos referimos.
CONTROVERSIAS EN TORNO AL COVID 19
En una edición anterior de nuestro INFORME RESERVADO transcribimos la carta que la agrupación Epidemiólogos Argentinos Metadisciplinarios envió al Presidente de la Nación Argentina, haciéndole observaciones sobre el modo en que se estaba desarrollando la cuarentena a los cuáles consideraban erróneos. El diario LA PRENSA (Buenos Aires) en el Suplemento Ciencia y Salud del pasado 26 de julio, realiza una entrevista a doble página al doctor Mario Borini, epidemiólogo, ex titular de Salud Pública de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y uno de los firmantes de la referida carta. Es entrevistado por Agustina Sucre a efectos de que el Dr. Borini realice algunas precisiones sobre lo que motivó la redacción de ese documento.
A continuación transcribimos los párrafos que nos han parecido más importantes y que, de manera inevitable, llevarán al lector a un análisis detenido que despierta preguntas, duras y reflexiones. Sobre todo, habida cuenta que el Comité de Expertos que asesora al Presidente de la Nación está conformado por infectólogos y epidemiólogos. Y aquí quien responde es uno de sus colegas y, ciertamente, que de los más destacados.
Dice este especialista:
“La epidemiología jamás actúa de forma masiva. Siempre divide personas, lugares, y tiempos. Por ejemplo, había 11 provincias que no tenían casos (cinco no tenían casos y seis tenían 1), en esas provincias no había por qué empezar una cuarentena. Lo que se puede hacer es una frontera sanitaria. En cuanto a las personas, la información del hemisferio norte nos decía que mataba a personas por arriba de los 80 o 75 años, pero no jóvenes. Sabíamos que en todo caso el aislamiento recomendado, y no policíaco, tenía que ser para personas mayores de 65 años. Como hizo Uruguay, el aislamiento recomendado. Como hizo Hong Kong, como hizo Japón, que empezaron la cuarentena el 7 de abril y estaban en el hemisferio más sufrido. Se tomaron 20 días de preparación y tienen tasas de muerte por COVID 19 mucho menores que nosotros”
“Ha sido una cuarentena muy estricta y nos ha ido muy mal. Lo que se ha hecho no tiene ciencia. Estamos en el puesto 13 de América latina entre los malos, con lo cual hay 20 países que están mejor, entre ellos Uruguay, Costa Rica, incluso Haití. Y, en el mundo, estamos 66, sobre 215 países, o sea que tenemos como 150 países que están mejor que nosotros. Quiere decir que este éxito que se vende es mentiroso”
“Se creía que la letalidad era muy alta. Se hablaba de que, de cada 100 pacientes afectados, moriría un 5%, luego se hablaba de un 3,2%. Pero ahora se sabe que la letalidad sería de un 0,2% (es decir 2x 1.000), el doble que la letalidad de la gripe común. Quiere decir que es una letalidad baja. Pensemos que el Sars del 2002 mataba al 10%, y el Mers tenía una letalidad del 30%. Estos virus han ido amenguando y prácticamente no se sabe si van a reaparecer y mucho menos con la virulencia que tenían.”
“La alarma que se ha dado ha sido sumamente exagerada. Se habló de 40 millones de muertos en el mundo y estamos casi 80 veces por debajo de esa cifra. Evidentemente hubo un interés, hubo una intención, un deseo, o una ignorancia, o algo por lo que se exageró tanto. La existencia del pánico innecesario es absolutamente clara. En la Argentina, solo por accidentes viales hay 8.000 muertes por año, es un muerto por hora, y jamás se hizo semejante lío. Hay entre 400.000 y 800.000 muertos por gripe por año en el mundo y en la Argentina hay 30.000. Acá va a haber 2.000 muertos por covid. Entonces, ¿por qué se hizo este lío?”
“Evidentemente hay intereses potenciales que pueden estar desarrollándose porque la cuarentena obligada para todos hace que nadie adquiera inmunidad. Si nadie adquiere inmunidad, se impone la vacuna. La vacuna es cara, es riesgosa, puede no tener efecto. Puede tener efecto en una edad y a lo mejor en los viejos no tiene efecto (porque para recibir la vacuna es necesario tener un sistema inmunitario sano). Por lo tanto, se nos está impidiendo la inmunidad innata (que es la inmunidad de tener el cuerpo sano), la inmunidad celular (que es tener células que atacan a los bichitos), la inmunidad de los propios anticuerpos (cuando el bichito entra, producimos anticuerpos propios), y se nos está diciendo “¡Atrás, eso no. Quédense en sus casas!”
“Entonces se está promoviendo una vacuna. Si tomamos los precios, la vacunación a un niño pobre en África en 1980 salía tres dólares. Hoy sale 30. Preguntémonos ¿qué cosa aumentó 10 veces su precio en 40 años, en dólares? Es un negocio extraordinario.”
CIERTOS DATOS DE LA ACTUALIDAD EN LA ARGENTINA
En mayo la venta de leche fluida cayó un 11% y la de yogures cayó 25,7%. En tanto, el agua mineral (primeras marcas) disminuyó sus ventas un 40% y las gaseosas cayeron un 20%. Este último dato es interesante pues la venta de gaseosas suele comenzar a disminuir sus ventas cuándo realmente la situación económica de los compradores es muy grave. Ya conocemos que las gaseosas tienen aspectos adictivos por los cuales decidir su no compra sólo se hace cuándo el dinero ya no alcanza en verdad; cuando ya no pueden hacerse más recortes en los gastos.
De acuerdo a datos provistos por el INDEC (tener en cuenta ésta que la fuente es ésta) la capacidad instalada de alimentos y bebidas es una de las más bajas. Siempre refiriéndonos a mayo, fue del 57%. En cuanto al resto de la industria, la utilización de su capacidad está en el 46,4%. Téngase en cuenta este dato pues implica el valor más bajo para el mes de mayo desde el año 2002. Todos los habitantes de la Argentina recuerdan que ese año fue consecuencia de la debacle del 2001, por lo que no es complejo entender la extrema gravedad que se está atravesando en esta materia.
Datos de la Unión Industrial Argentina indican que la producción aún permanece un 21,5% debajo del nivel de febrero 2020 y 33,4% por debajo en relación a mayo de 2015. Aclaran que el actual es el peor nivel desde hace 17 años.
El descenso en el campo de la industria automotriz es del 84,1%; en la industria electrónica el consumo cayó un 71% y hasta rubros de primera necesidad como los medicamentos (- 3,3%) y alimentos y bebidas (- 3,6%) retrocedieron. Datos, todos estos que sirven para tener una real dimensión de la crisis. Según comentarios de fuentes habitualmente bien informadas, durante el mes de mayo no se habría vendido ni un solo automotor cero kilómetro en toda la Argentina.
SOBRE LA IMPORTANCIA DE LOS NEGOCIOS DEL CAMPO
En la Argentina, debido al intento gubernamental de expropiar la empresa Vicentin, volvió al tapete el tema de la importancia, volumen y cantidad de divisas que implican los negocios agrarios.
Partiendo del hecho de que son estos temas muy específicos, cuyos números reales no suelen tener mayor difusión, pasamos, a continuación, a hacer referencia a sólo uno de ellos. Ni siquiera el más importante. El negocio de la exportación de maíz en la Argentina.
Las cifras concretas son estas:
10.600 millones de dólares fue el ingreso, en divisas, que tuvo la Argentina por negocios maiceros durante el año 2019. (Fuente INDEC.) La cifra, vertiginosa por cierto, empero sólo representa el 16% de las ventas totales del rubro agropecuario.
37% fue el crecimiento de las exportaciones en 2019 respecto al año 2018. Cuando usamos la expresión “complejo maicero” queremos decir que incluye a las carnes bobina, porcina y aviar así como a los biocombustibles.
Las exportaciones del complejo maicero alcanzaron a 150 países. No es poca cosa, ¿cierto?
ALGUNOS COMENTARIOS ENVIADOS POR NUESTROS LECTORES.
Informe excelente por cierto y de una veraz comunicación, no solo nos pone en alerta sino que certifica la creciente inquietud del dominio de loas mentes humanas mediante la tecnología, l 5G, por medio. No tendremos más remedio que rendirnos o en su defecto luchar por sobrevivir libres. Un abrazo, Nicolás Incollá Garay.
Excelente como siempre. Presumo que cada vez tendremos menos libertad y más dificultades de todo tipo. No sé si es planificado o no, pero es aprovechado por los inescrupulosos de siempre.
por Las Heras & Sandra Noemí Britos