A 37 años de la guerra
Documentos históricos prueban la soberanía sobre Malvinas antes de la ocupación británica de 1833
El Archivo General de la Nación tiene una carta en la que un buque británico pide permiso a Buenos Aires para cazar lobos marinos, el acta de ocupación de 1833 y el retiro de la bandera argentina. Un documento es como una golondrina, sola no hace verano. El documento está siempre esperando que lo saquen a la luz. Esperando a los historiadores que lo hagan hablar, dentro de un contexto, y dentro de un relato histórico. Con palabras similares, Graciela Swiderski, jefa de la Biblioteca y de Documentos Escritos del Archivo General de la Nación, define el valor de los elementos que pública Clarín para el aniversario del inicio de la guerra con el Reino Unido por las Islas Malvinas. Los documentos muestran claramente el ejercicio de soberanía nacional antes de la ocupación militar británica del disputado archipiélago, ocurrida el 2 de enero de 1833, y contra la que la Argentina protesta sistemáticamente año tras año.
Entre los documentos obtenidos por este diario figuran: una esquela en la que el capitán británico Henry Jones, dueño del bergantín inglés “El Rastrero”, le pide a Buenos Aires licencia para cazar lobos marinos en las Islas Malvinas, fechada en Buenos Aires el 30 de enero de 1813. Ese fue el año del primer proyecto de Constitución para las Provincias Unidas del Río de la Plata, que fracasó pero que sirvió como antecedente para la Constitución Argentina de 1853. Para los juristas argentinos, el territorio de las Malvinas es parte integral de los territorios heredados de la corona española al independizarse.
En la carpeta de Malvinas del Archivo General de la Nación hay una copia del nombramiento de Luis Vernet como comandante político y militar de Malvinas. También está fechada en Buenos Aires el 11 de junio de 1829. En ese texto lo inscribieron como Luis Bernet, con “b” larga. Ese documento es el primer decreto que ordena la creación de la comandancia política y militar de las Islas Malvinas y sus adyacentes. Nacido en Hamburgo, pero de origen francés, Vernet se asoció a Jorge Pacheco y obtuvo el derecho para la explotación de pesca y controlar la depredación de los recursos pesqueros de las islas.
La proclama del primer izamiento de la bandera de Buenos Aires en Malvinas es sin dudas uno de los documentos más valioso, acaso tanto como otro en el que Vernet dice -al tomar posesión del cargo de gobernador de comandante militar en Malvinas en Puerto de Soledad el 30 de agosto de 1829- que “en conformidad” con el decreto del 10 de junio de ese año, “para ejercer un nuevo acto formal de dominio que tiene la República de Buenos Aires sobre estas islas Malvinas, las de Tierra del Fuego y sus adyacentes y demás territorios desde donde acaba el de la comandancia de Patagones hasta el Cabo de Hornos”, ha “enarbolado en este día el pabellón de la República saludándolo en la mejor forma que permite el naciente Estado de esta población”.
Allí, Vernet dice que “espera que cada uno de los habitantes dará en todo tiempo de subordinación a las leyes viviendo como hermanos en unión y armonía” a fin de que con el incremento de la población que se espera y que el superior gobierno ha prometido fomentar y proteger “nazca en su territorio austral una población que haga honor a la República y cuyo dominio reconocemos”. Termina con un “¡Viva la Patria!
Intimación del comandante de la Corbeta inglesa “Clío”, J. Onslow, comunicando que por orden de su Majestad Británica toma posesión de las islas. 2 de enero de 1833.
Intimación del comandante de la Corbeta inglesa “Clío”, J. Onslow, comunicando que por orden de su Majestad Británica toma posesión de las islas. 2 de enero de 1833.
A su vez, en un documento donde Vernet detalla el fomento de una colonia en la Isla Soledad de Malvinas -fechado el 23 de marzo de 1831- se destaca una profunda dedicación y elogios al lugar y se muestra disposición a brindar “informaciones interesantes sobre las demás partes del territorio meridional de la República”.
También el Archivo contiene documentos en los que Vernet ordena claramente la detención de varios extranjeros que pescaban ilegalmente. Uno de esos documentos está fechado en Puerto Louis, 8 de septiembre de 1831, la capital que luego los británicos bautizaron como Puerto Stanley y los militares argentinos en 1982 como Puerto Argentino. Ese control de Vernet en las aguas fue lo que generó numerosos enfrentamientos. Uno de ellos muy grave con Estados Unidos, cuya corbeta Lexington, bombardeó las islas en 1831 tras el arresto de pescadores ilegales. El ataque destruyó la colonia.
Contrato de casamiento entre Victoria Enriques y Gregorio Sánchez. Malvinas, 29 de Mayo de 1830. Nota: Primer matrimonio civil celebrado en el país.
Contrato de casamiento entre Victoria Enriques y Gregorio Sánchez. Malvinas, 29 de Mayo de 1830. Nota: Primer matrimonio civil celebrado en el país.
“La guerra de las Malvinas fue un tremendo error táctico y estratégico que nos alejó de un triunfo diplomático que más tarde o más temprano iba a ocurrir, porque los derechos argentinos eran muy firmes, como se puede ver en los muchos documentos que están en el acervo del Archivo General de la Nación”, señaló el director del Archivo, Emilio Perina, a Clarín. “Como demostró Juan Bautista Alberdi en su libro ‘El crimen de la guerra’, la guerra siempre es un delito y un error. Quien acude a la solución violenta renuncia al derecho”, dijo Perina.
Entre los documentos que tiene el Archivo se destacan varios mapas y planos de casas y de una futura capilla de la colonia que se intentó construir en las Malvinas ya desde los tiempos del Virreinato y hay textos, incluso, que reflejan el momento mismo del inicio de la ocupación británica. Está archivada, por caso, la intimación del comandante de la corbeta inglesa “Clío”, J. Onslow, del 2 de enero de 1833, que para Swiderski es “una importante muestra de cómo los británicos al tomar posesión por la fuerza reconocen que era otro el que ejercía soberanía”.
En ese documento, el comandante en Jefe de las fuerzas navales de Su Majestad Británica dice: “debo informar a usted que he recibido órdenes del Comandante en jefe de las fuerzas navales de su majestad estacionadas en Sudamérica para llevar a efecto el derecho de soberanía sobre estas islas en nombre de su S.M.B. es mi intención izar mañana el pabellón nacional de la Gran Bretaña en tierra donde pido usted, se sirva arriar el suyo, y retirar sus fuerzas, llevando consigo todos los efectos pertenecientes a su gobierno. Soy, señor, su muy obediente y humilde servidor”.
Otro documento que publica Clarín es la lista de la tropa, familias y peones de la isla Soledad de Malvinas que se embarcan en la goleta “Sarandí” a las órdenes del teniente coronel José María Pinedo, luego de ser expulsados por la fuerza británico. Fechada en Buenos Aires el 16 de enero de 1833, allí figura todo el personal. Entre otros, “un batallón de artillería con cabo primero y soldados”. “Un batallón del Río de la Plata con sargento segundo y soldados. Patricios con soldados. Una guardia argentina. También con cabos y soldados” y cinco “extranjeros”. También embarcan mujeres -la mayoría esposas de los militares-, y con ellas sus hijos. Swiderski no duda en decir que la tesis de la autodeterminación de los isleños “se derrumba” al mostrar que la población británica de las islas es “totalmente implantada” y que como tal no rige el principio de autodeterminación.
Por Natasha Niebieskikwiat
Fuente: clarin.com