¿SE ACERCAN LAS DRAMÁTICAS ELECCIONES?

 

Se acercan las elecciones generales y ya ha habido varias entre primarias y provinciales que, lejos de despejar incógnitas, siguen anticipando interrogantes y dudas, no solo sobre los resultados finales, sino sobre quienes competirán por las altas magistraturas en disputa.

Nada nuevo bajo el sol. Eso ha sucedido siempre y sucederá en el futuro. Los mismo acontece es casi todas las naciones.

Aquí, sin embargo, los medios de comunicación, a los que se han sumado las “redes sociales” le dan a este mecanismo esencial de las democracias, un sesgo dramático, cuando no trágico.

Es cierto, sin embargo que en esta ocasión se plantea un dilema importante, cuál es el mantenimiento del sistema democrático republicano previsto en nuestra Constitución o el regreso a formas populistas, no republicanas, avasalladoras de las libertades y aliadas a regímenes totalitarios.

El tiempo de las definiciones aún no ha llegado pero parece útil señalar algunas características del proceso político comenzado en 2015 y el comportamiento de la ciudadanía y sus referentes, desde entonces hasta ahora.

Lo primero que llama la atención es la ausencia de todo arrepentimiento no solo de los protagonistas del latrocinio generalizado, sino de buena parte de población.

Además se olvida que durante todo este tiempo funcionaron todas las instituciones de la república y se respetaron, en consecuencia, las libertades. Ello permitió la sanción de numerosas y capitales leyes aprobadas por un congreso en el que el gobierno nacional no tiene mayoría.

Naturalmente hubo dificultades propias de cualquier proceso, agravadas por la situación de caos económico y político heredado del gobierno anterior.

Mención especial merece la suicida actitud de muchos sectores y personas supuestamente autorizadas por su capacidad y conocimiento, que siendo partidarias de las ideas de libertad y sensatez del gobierno, se empeñaron en criticarlo y exigir medidas de imposible implementación inmediata. Varios de esos sectores y personas ahora debieran arrepentirse de ello.

Esperemos que el tiempo que falta hasta el comicio final sirva de espacio para la correcta y esperanzadora batalla contra el regreso a formas y conductas reñidas con la república.

GUILLERMO V. LASCANO QUINTANA