Por Beatriz Balian de Tagtachian
Un tercio de los argentinos está desde hace años inmerso en la pobreza. Según un reciente informe de la UCA, casi la mitad de los chicos de hasta 14 años (48,4%) son pobres. Independientemente de las formas de medición, por ingresos o por derechos, o con pequeños cambios entre diferentes años y diferentes gobiernos, persiste un núcleo duro de pobreza, en especial en algunas provincias del país. Al considerar diferencialmente sectores socioeconómicos de la población, además de la pobreza se introduce el concepto de desigualdad. Así puede afirmarse que distintos derechos están inequitativamente distribuidos. Uno de ellos es el que corresponde a recursos educativos.
Los resultados generales del operativo Aprender realizado por primera vez en 2016 por la Secretaría de Evaluación del Ministerio Nacional de Educación indican que los niveles de desempeño de las materias consideradas (Matemática, Lengua, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales) presentan diferencias entre ellas, así como entre distintos sectores socioeconómicos.
Se advierte que en los alumnos del último año del nivel secundario, Matemática es la asignatura que presenta mayor déficit. En la calificación “por debajo de lo básico” se registra en todo el país un 40,91%, mientras que en “básico” un 29,36%, en la calificación “satisfactorio” un 24,69% y por último en “avanzado” solo un 5,05%.
A su vez, al analizar los resultados de Matemática según el nivel socioeconómico (bajo, medio y alto) se observa que las proporciones “debajo de lo básico” son mayores cuando el nivel socioeconómico es bajo y viceversa. A su vez las proporciones en la calificación “avanzado” son mayores cuando el nivel socioeconómico es alto, aunque no es igual en todas las provincias. Mientras que CABA y Córdoba en el nivel “avanzado” presentan un 15,05% y 7,56% de promedio, en provincias como Formosa y Santiago del Estero el promedio de “avanzado” es 1,65% y 1,59%, respectivamente.
Sin embargo, al tomar en consideración el nivel de estudios de la madre se registran diferencias interesantes entre distintas provincias que hacen suponer que la escuela actúa como un mecanismo compensatorio frente a las limitaciones del contexto familiar. Es una posibilidad que ayude al mejoramiento. Se titula “Efecto escuela”.
En una comparación interprovincial puede apreciarse cómo en algunas jurisdicciones la escuela es la que subsanaría las falencias del menor nivel de estudios de la madre, en cambio en otras provincias el efecto del bajo nivel de estudios de la madre grava los niveles de desempeño de los estudiantes.
Si se comparan CABA, Chubut con Chaco y Catamarca, puede advertirse cómo en las dos primeras el bajo nivel de estudios de la madre no limita el nivel de desempeño, en cambio en las otras provincias no se vislumbran formas alternativas.
Otras provincias que muestran capacidad de superar la condición inicial del bajo nivel de estudios de la madre son Neuquén, Río Negro, Tierra del Fuego. Entre las otras se puede mencionar a Tucumán, Corrientes, Misiones.
Resiliencia es la capacidad de hacer bien pese a circunstancias adversas. En algunas regiones parecería que es necesario trabajar con continuidad en la línea de la resiliencia educativa a fin de superar pobreza e inequidad y promover la igualdad de oportunidades.
Academia Nacional de Educación
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/2101237-educar-para-superar-la-inequidad