Probablemente hubo otros navegantes que conocían de la existencia de tierras al poniente más allá del mar océano,ya vikingos, ya marinos extraviados. Sin embargo, Cristóbal Colón, que se estima nació en Génova en 1451, hijo de una familia de comerciantes, ha pasado a la historia por descubrir América y transformar el mundo. Desde pequeño tuvo espíritu aventurero, estudio matemáticas y navegación en Pavia, y se dedicó al comerciomarítimo.
Cuando el Imperio Romano de Oriente cayó en 1453, pasó a controlar las vías comerciales a las Indias, que era el nombre con el que se conocía el continente asiático en aquella época.
España, Portugal y otros reinos europeos se vieron obligados a encontrar otro camino para llegar hasta allí. Los portugueses desarrollaron la alternativa de bordear la costa africana hacia el sur, y Vasco da Gama llegó al océano Índico por el cabo de Buena Esperanza en 1498..Siguiendo la tradición comerciante de su padre, Colón viajó por diferentes países. Aprendió lenguas clásicas (lo que le permitió leer tratados antiguos en griego y latín) y estudió geografía..La personas cultas de la época sabían que la tierra era esférica, como lo eran el sol y la luna. Incluso se había medido la circunferencia posible de la tierra. Colón había hecho cálculos al respecto, pero equivocados. Creía que podría llegar hasta Asia navegando hacia el Este. Con lo que no contaba era que sus cálculos eran incorrectos: la Tierra era mucho más grande de lo que él había previsto… y había un continente de por medio.
Colón se basó en mapas del siglo XV, como este de Toscanelli, para calcular la ruta hasta las Indias.Además, el viaje a las Indias era una aventura riesgosa y cara. El rey Juan II de Portugal rechazó el proyecto porque lo consideraba poco viable. En un principio, los Reyes Católicos también se negaron, pero finalmente, luego de la conquista de Granada, la reina Isabel la Católica accedió a la propuesta. Se calcula que el capital reunido para la empresa por préstamos superaba los 50 kilos de oro.Cristóbal Colón zarpó del puerto de Huelva con tres navíos: y dos meses después, llegaría a la isla de Guanahaní (ahora isla Waitling en las Bahamas), convencido de que había llegado al Asia.Colón regresó a España en enero de 1493 para contar su descubrimiento: los Reyes quedaron impresionados y la noticia conmovió a toda Europa.Hizo tres viajes más, en 1493-96, 1498-1500; y 1502-1504 fundando nuevos asentamientos. Ocupó distintos cargos, como gobernador y virrey, pero como gobernante no tuvo tanta suerte . Acabó siendo acusado de despotismo y enviado de vuelta a España, donde perdió todos sus privilegios. Murió en 1506, aún creyendo haber llegado a las Indias.
El historiador español contemporáneo José Javier Esparza, en el prólogo de su libro “LA CRUZADA DEL OCÉANO La gran aventura de la conquista de América” expresa :En poco más de cincuenta años, entre 1492 y 1545, España descubrió, exploró, conquistó y en buena parte pobló un territorio veinte veces mayor que la Península Ibérica. En poco más de medio siglo, abrió al conocimiento occidental un continente nuevo y dos océanos, hasta las islas del Pacífico. En poco más de cincuenta años, un país de en torno a 7 millones de habitantes, que además mantenía una guerra en Europa y otra en las costas africanas, había derrotado a dos poderosos imperios autóctonos enAmérica.En poco más de cincuenta años, España creó el más longevo de los imperios ultramarinos y lo mantuvo durante casi tres siglos frente al permanente acoso de Francia e Inglaterra. Si esto lo hubieran hecho otros, nos parecería una hazaña extraordinaria. Como lo hemos hecho nosotros, españoles, todos los días echamos basura encima. Pero no: fue, objetivamente, una hazaña extraordinaria.. La conquista española de América es una de las mayores gestas jamás escritas por pueblo alguno. Lo es por el desafío físico, material, de dominar un territorio tan inmenso. Pero lo es, sobre todo, por los rasgos civilizadores que la conquista trajo consigo. Nunca antes una potencia vencedora había prohibido esclavizar a los vencidos; España lo prohibió. Nunca antes una potencia vencedora había sometido a examen moral la legitimidad de sus conquistas; España la sometió. Nunca antes una potencia vencedora había trasladado sus conocimientos a las lenguas autóctonas de los vencidos; España los trasladó.Todas esas cosas no se hicieron por prurito humanista, sino por razones religiosas: la conquista de América quiso ser, ante todo, una obra de expansión de la fe cristiana, tal y como estas cosas se entendían en los siglos XV y XVI. … Hay en esto tanto leyendas rosas como leyendas negras, porque tanto unas como otras no son sino distorsiones de la realidad. La conquista de América, la cruzada del océano, fue propiamente una conquista, es decir, una operación de dominio, de poder, y en su crónica surgen inevitablemente los mismos episodios de violencia, depredación y guerra que en cualquier otra conquista de cuantas la Historia conoce. Pero, al mismo tiempo, fue una empresa guiada por un innegable espíritu de misión en el sentido religioso del término: se trataba de convertir a la Cruz a pueblos que vivían al margen de ella, y por eso en la aventura aparecen elementos tan insólitos como la prohibición de la esclavitud, la protección legal de los indígenas, el mestizaje o la multiplicación de catedrales, universidades y hospitales a lo largo de todo el territorio conquistado. El resultado de todo eso fue un mundo nuevo: un mundo que ya no era el de las culturas amerindias, pero que tampoco era propiamente una España ultramarina, porque la América Hispana muy pronto tuvo su singular personalidad. El antecedente más parecido que se le puede encontrar a este magno proceso es la construcción del imperio romano: del mismo modo que Roma creó en Europa un mundo sobre la base de su lengua, sus legiones y su derecho,así España creó en América un mundo sobre la base de su religión, su idioma y su ley..Desde la llegada a las Antillas hasta las grandes exploraciones por Norteamérica y el Amazonas, pasando por las conquistas de Panamá, México, el Perú, Nueva Granada, Chile y el Plata. …hasta la última gran campaña española en América, que fue la vacunación masiva contra la viruela en 1803…