GUILLERMO DE LA PLAZA
1918 – 2011
El 6 de octubre se cumplen 5 años del fallecimiento del
Embajador Guillermo de la Plaza. Su personalidad
carismática, su simpatía natural, su claro y brillante
intelecto, su calidez humana plena de señorío, han
hecho de él una figura inolvidable y querida en los
círculos diplomáticos, culturales y sociales de todos los
países en los cuales desarrolló sus funciones que
siempre trascendieron su labor diplomática.
Doctorado en Ciencias Políticas, le fueron encomendadas
varias misiones importantes y exitosas. Su
designación como Interventor Federal en Formosa
tuvo un ejemplar desempeño en las funciones de
Gobierno, como así mismo sus misiones especiales
ante las Naciones Unidas y la Organización de
Estados Americanos.
En el Ministerio de Relaciones Exteriores ejerció altos
cargos que incluyen la Subsecretaría de ese Organismo.
En el exterior le fueron encomendadas varias misiones
permanentes, temporarias y especiales en varios países de
América, Europa y Medio Oriente en las que siempre, con
una verdadera cosmo visión, valoró el rol de la Argentina
dentro de su visión del continente y del mundo, procurando
siempre demostrar los altos principios de la argentinidad y
sus virtudes republicanas.
Sanmartiniano de alma, su respeto a los símbolos nacionales
se extendía a las Instituciones de la República y a sus próceres
fundacionales.
Su preocupación permanente fue la paz interior de la
Nación lamentándose, hasta sus últimos días, no poder
coadyuvar a su permanente instalación. En su humanismo
universal intentaba que se cuidaran los valores y la dignidad
del ser humano. Y le dolía profundamente ver como persistían
y se propagaban los odios, los rencores y la venganza.
Lo recordamos hoy en uno de los aspectos más queribles de
su personalidad, como amigo generoso, de calidad humana
y de irresistible calidez.
Y cerramos nuestro recuerdo con las palabras del ex
Presidente uruguayo Dr. Julio María Sanguinetti: “El Embajador
Guillermo de la Plaza fue un ejemplo de lo que debe ser
un diplomático: cordial, activo, prudente, hacedor de amigos,
buscador constante de soluciones. Entre nuestros dos países
tan cercanos pero a la vez con gobiernos que no siempre se
han entendido, hombres como Guillermo han sido la bisagra
imprescindible para articular intereses y tender puentes”.
Hay memoria en los párpados perplejos
como vuelos de aleves mariposas;
y en los labios, que brillan sus airosas
agujas entre lirios y azulejos.
Hay memoria en las manos como espejos
y memoria guardada en tantas cosas
y la fiel del silencio, como fosas,
con voces redoblando no tan lejos.
Hay memoria en la ausencia, y su destello
remueve olas de vida por sí mismo,
en la rueda sin puentes de la noria.
Y todas las memorias con tu sello,
las que el alma atesora en su egoísmo,
regresan a su centro en tu memoria.
Laila Neffa de de la Plaza