EL GUASON, la película del momento
“El Guasón” será una película que pasará a la historia del cine, y no solo por estar batiendo récords de taquilla en todo el mundo.
La ganadora del León de Oro en Venecia y posiblemente de los próximos Oscars (si no gana El Irlandés de Martin Scorsese) es realmente una gran película que genera una tensión angustiante. Aclaración: el que sea buena no implica que resulte agradable de ver, especialmente debido a los ambiguos sentimientos de rechazo y a la vez compasión que despierta en nosotros el personaje central.
Aunque el Joker/Guasón sea un super villano del cómic de Batman, esta no es la típica película de malvados contra héroes, es más, la historia de Batman apenas es una referencia aquí. La trama gira en torno a Arthur, un patético hombre que trabaja de payaso y vive con su madre. Padece de trastornos mentales que lo hacen reir involuntariamente en las situaciones más inoportunas. La suya es una risa que resulta dolorosa, valga la contradicción. Arthur se convierte en el guasón después de sufrir humillaciones e injusticias por parte de la sociedad pero, claro está, su condición enferma es caldo propicio para esa transformación. Un personaje que sueña con convertirse en cómico de stand-ups pero que se golpea una y otra vez contra su realidad. mientras sus sueños se hacen añicos.
Joaquín Phoenix ofrece una interpretación cruda y trastornada que genera una incómoda relación con el personaje. Su actuación va mucho más allá de la transformación física (que igual la hubo: el actor debió bajar 23 kilos), Phoenix supo darle un espesor psicológico que lo hace inolvidable. En mi opinión quedará en la memoria como los personajes desequilibrados que encarnaron Anthony Perkins en Psicosis, Jack Nicholson en El Resplandor o Robert de Niro en Taxi Driver). El mismo De Niro tiene acá un papel clave que da lugar a un apoteósico final que dará pie para el debate.
La película, ambientada en una ciudad Gótica que se parece mucho a barrios marginales de New York o Chicago, es una aguda crítica a la sociedad contemporánea y a sus actitudes que engendran violencia. La venganza de un individuo desequilibrado puede ser seguido por muchos adeptos en forma de violenta rebelión social.
“El Guasón” es una muy buena película que queda muy lejos del mero entretenimiento. Cuenta con un estilo visual desbordante y enrarecido gracias a la mano del director Todd Phillips y con una bellísima música anacrónica en la voz de Frank Sinatra que endulza, al menos un poco, nuestros ánimos tan desgarrados por la historia. Nada más apropiado que el melancólico tema Send in the clowns cantado por La Voz como broche final.
Por Lic. María Andrea Piazza