Armando Ribas
Estoy feliz de ver que The Economist está revalorando los principios liberales que determinaron el mundo en que vivimos y al comienzo escribió: “El liberalismo creó el mundo moderno y el mundo moderno se está poniendo en contra de el”.
Esa sentencia es una verdadera descripción de lo que pasó en la historia y lo que está ocurriendo en la actualidad. En primer lugar es el reconocimiento que las ideas liberales fueron la base de la creación de riqueza por primera vez en la historia, solamente desde hace solo unos doscientos años. Y también es un reconocimiento de que la izquierda ha monopolizado la ética en el mundo occidental, basada en la falacia de la búsqueda de la igualdad. Esa es la función del socialismo que prevalece en la Unión Europea.
Y volviendo a los principios liberales tengamos en cuenta lo escrito en CATO por Richard Epstain: “Los principios incluidos en la clásica constitución liberal no son los que operan en esta o aquella era. Son principios para toda era”.
En su exposición The Economist también está clarificando la confusión prevaleciente en Estados Unidos respecto al liberalismo. Allí los americanos a los socialistas los llaman liberals y a los liberales conservadores. Permítanme recordar que el liberalismo comenzó en Inglaterra con las ideas de John Locke. Así comenzó reconociendo que los monarcas también eran hombres y por tanto había que controlar el poder político, que en el caso de Inglaterra era reduciendo las prerrogativas del rey. Siguiendo ese importante principio reconoció la necesidad de respetar el derecho de propiedad pues la riqueza la creaba el hombre y no la tierra. También reconoció por primera vez en la historia el derecho a la búsqueda de la propia felicidad, que consideró el principio fundamental de la libertad. En la Carta de la Tolerancia escribió: “Yo pienso que nadie puede ir al cielo con una religión en la que no cree”.
No hay ninguna duda de que el otro pensador que reconoció las ideas que cambiaron al mundo fue David Hume ,que sobre la naturaleza humana dijo: “Es imposible el cambiar o corregir algo material en nuestra naturaleza. Lo más que podemos hacer es cambiar nuestra circunstancia y situación”. Es decir el sistema político es el que determina los comportamientos. Respecto a la propiedad privada estableció el siguiente principio: “Sería una mayor crueldad el desposeer al hombre de algo que no dárselo”. Y en ese respecto llegó a una importante conclusión: “Nosotros vamos ahora corriendo sobre tres leyes fundamentales de la naturaleza. La estabilidad de la posición , la transferencia por consenso y el cumplimiento de las promesas”.
Y llegó Adam Smith que trajo la idea de lo que llamó la mano invisible escribió: “Persiguiendo su propio interés él frecuentemente promueve el de la sociedad más efectivamente que cuando el realmente pretende promoverlo”. Ese ha sido un principio básico de la creación de riqueza en el mundo. Y obviamente es una explicitación fáctica del derecho a la búsqueda de la felicidad. La historia ha demostrado que cuando el gobierno pretende distribuir la riqueza genera más pobreza. Lo cual ha sido demostrado por el comunismo, y el socialismo que como dice Ayn Rand es la diferencia entre el crimen y el suicidio. Ya Aristóteles hace 2.500 años había dicho que la democracia (la demagogia) era la destrucción de la república. Y otro principio al que se refirió Adam Smith que ha sido principal en la historia es respecto a la Justicia: “Cuando el judicial está unido al poder ejecutivo es escasamente posible que la justicia no deba ser frecuentemente sacrificada a lo que vulgarmente se llama política”.
Todos esos principios fueron llevados a sus últimas consecuencias por los Founding Fathers en Estados Unidos, y al hacerlo bajo el principio de la libertad en 100 años se convirtió en la primera economía del mundo. Porque como dijo Jean François Revel: “Las tierras producen menos por su fertilidad que por la libertad de sus ciudadanos”.
Fue principalmente James Madison quien reconoció esos principios y en la carta 51 de The Federalist Papers escribió. “¿Pero qué es el gobierno mismo sino la mayor reflexión sobre la naturaleza humana? Si los hombres fueran ángeles, no sería necesario el gobierno. Si los ángeles fueran a gobernar a los hombres no sería necesario ningún control interno ni externo al gobierno. Al organizar un gobierno que va a ser administrado por hombres sobre hombres, la mayor dificultad yace en esto: Ud debe primero capacitar al gobierno a controlar a los gobernados; y en segundo lugar obligarlo a controlarse a si mismo. Depender del pueblo es sin duda el primer control al gobierno, pero la experiencia ha enseñado a la humanidad la necesidad de precauciones auxiliares”. (“But what is government itself, but the greatest of all reflections on human nature? If men were angels, no government would be necessary. If angels were to govern men, neither external nor internal controls on government would be necessary. In framing a government which is to be administered by men over men, the great difficulty lies in this: you must first enable the government to control the governed; and in the next place oblige it to control itself. A dependence on the people is, no doubt, the primary control on the government; but experience has taught mankind the necessity of auxiliary precautions”).
En esa sentencia se encuentran reconocidos los principios mencionados. No obstante nunca se mencionó a los autores originario sde los mismos. Yo diría que en primer lugar no mencionaron a Hume por ser agnóstico y ,en cambio,los americanos eran cristianos. Y en este ámbito encontramos nuevamente a Adam Smith cuando expuso que habría libertad religiosa cuando hubiese multiplicidad de sectas. Y ese fue el caso de Estados Unidos, donde los protestantes representaban multiplicidad de sectas.
El otro principio fundamental reconocido por los Founding Fathers fue el respeto por los derechos individuales: Vida, libertad, propiedad y el derecho a la búsqueda de la propia felicidad. Al respecto Alexander Hamilton escribió: “Una peligrosa ambición subyace bajo la especiosa máscara del celo por los derechos del pueblo”. Por tanto los derechos individuales no son lo mismo que la prevaleciente mística de los derechos humanos. Y en ese sentido Hamilton consideró que el celo por los derechos del pueblo ha sido ha sido el camino a la introducción del despotismo.
Volviendo a la necesidad de controlar el gobierno en Estados Unidos se estableció un principio fundamental del Rule of Law denominado The Judicial Review (La Revisión Judicial). Ese principio también fue reconocido por Hamilton que escribió: “Una constitución es un hecho, y debe ser considerada la ley fundamental…Por tanto ninguna ley de la legislatura contraria a la constitución puede ser válida”.
Esos principios fueron establecidos por el juez Marshall en el caso Marbury vs. Madison en el cual sentenció: “Todos aquellos que han estructurado una Constitución escrita la contemplan como la ley fundamental y principal de la nación y consecuentemente la teoría de todos esos gobiernos debe ser que una ley de la legislatura repugnante a la Constitución es nula. Es enfáticamente el ámbito y el deber del Poder Judicial, el decir qué es la ley”.
Yo me atrevo a decir que ese principio de la revisión judicial ha sido ignorado en el mundo. Y por ello Ayn Rand reconoció que la filosofía política angloamericana y la francoalemana son tan diferentes como el día y la noche. Esa es la razón por la que considero que no hay ninguna duda de que la llamada civilización occidental y cristiana es una falacia de la historia. Al respecto Peter Drucker escribió: “Tan difusa y falaz como la creencia de que el Iluminismo generara la libertad en el siglo XIX, es la creencia de que la Revolución Americana se basó en los mismos principios que la Revolución Francesa y que fue efectivamente su precursora”.
La Revolución Francesa fue el origen del totalitarismo como la racionalización del despotismo a través de la Diosa Razón inspirada por Rousseau y aplicada por Robespierre. Y volviendo a la filosofía política Franco- Germánica comencemos con Rousseau: “Así como la naturaleza da al hombre poder absoluto sobre las partes de su cuerpo, el pacto social da al cuerpo político poder absoluto sobre sus miembros” o sea la Soberanía. Y siguió Kant: “De aquí surge la proposición de que el soberano del Estado tiene sólo derechos en relación a sus súbditos y no deberes coercibles. Aún la Constitución actual no puede tener ningún artículo que pueda hacer posible a algún poder dentro del Estado resistir o chequear al Ejecutivo en casos que viole la Constitución”. Asimismo Kant descalifico éticamente la búsqueda de la felicidad como algo deshonesto porque se hacía por interés y no por deber, y todo lo que se hacía por interés era deshonesto, por tanto también descalificó el comercio, y valoró la guerra como beneficiosa a la sociedad. Y le siguió Hegel: “El Estado es la Divina idea tal como se manifiesta sobre la tierra…La guerra es el momento ético de la sociedad”. Luego el aporte de Karl Marx al totalitarismo a través de la dictadura del proletariado. Aunque reconoció: “La burguesía durante su gobierno de escasamente cien años, ha creado más masivas y más colosales fuerzas productivas que todas las generaciones juntas que le precedieron” , seguidamente descalificó al sistema que denominó capitalismo por ser la explotación del hombre por el hombre.
Entonces llegó el comunismo y seguidamente el aporte de Eduard Bersntein que escribió “Las Precondiciones del Socialismo” y sostuvo : “La democracia es ambos medio y fin. Es un arma en la lucha por el socialismo y la forma en que el socialismo se realiza” Y nuevamente Ayn Rand: “El comunismo y el socialismo es la diferencia entre el crimen y el suicidio”.
Hoy es el socialismo democrático el que prevalece en la Unión Europea. De acuerdo con la preocupación de The Economist, en un reciente artículo de Foreign Affairs ,Fareed Zakaria escribió: “El populismo está en marcha”. Y hay lo que se denomina populismo de izquierda, el socialismo y populismo de derecha ,nacionalismo. Y no olvidemos que la expresión en última instancia del populismo se manifiesta en el nivel del gasto público.
Finalmente permítanme felicitar a The Economist por su percepción de la situación política presente en el mundo y su reconocimiento de que fueron las ideas liberales las que produjeron lo que se llamó el mundo moderno.
Comentarios por Carolina Lascano