Entrevista

Alvaro Santos Pereira: “Sería interesante un acuerdo de precios y salarios tras las elecciones”

Para este director de la OCDE que pasó por Buenos Aires, Argentina convivirá años con tasas elevadas de inflación y cree que coordinar un diálogo entre empresarios y sindicatos ayudaría a desinflar.

 

– Hace dos años OCDE realizó el primer estudio multidimensional sobre la Argentina. Allí decía que el país necesitaba implementar reformas para crecer, ¿cuánto se avanzó?

En estos dos años hubo cambios. No sólo en la Argentina sino en el mundo. Pero en lo que hace al país, desde la OCDE, ratificamos que las reformas hechas por el Gobierno son un paso fundamental para cambiar la trayectoria que arrastraba hacía décadas. El problema es que en la Argentina hay tanta volatilidad y las políticas económicas de los años anteriores no ayudaban a crecer. El informe de OCDE muestra que desde 1950 Argentina se estancó respecto a países de Asia e incluso América latina. Por lo tanto, y más allá de esta coyuntura, creemos que Macri hizo reformas pero se trató de una primera ola. Ahora es tiempo de una segunda.

-¿Qué sería esa segunda etapa?

Disminuir las barreras al emprendedurismo y abrirse más al mundo. Además, Argentina tiene que dedicar más atención a sus sistemas de educación y pensiones.

– ¿La reforma del sistema de pensiones en Argentina debe tratarse ya mismo o puede esperar?

En todos los países la reforma previsional es urgente, en Argentina y en Japón. Acá es más dramático que en otros lugares porque calculamos un incremento en el gasto previsional de más de 10 puntos del PBI hasta 2050, llegando a más del 20% del producto. Entiendo que esta reforma no es factible ya mismo pero sí podría comenzar su debate.

-¿Qué propone la OCDE?

Si las personas se jubilan muy temprano en relación al tiempo que viven, que es cada mayor, y no contribuyen al sistema, el esquema se torna insostenible. ¿Qué hacen los países de la OCDE? Básicamente, aumentan la edad de la jubilación e igualan la edad de jubilación de mujeres y varones.

– Pasemos a la coyuntura. El Gobierno hizo las reformas pero la economía está en recesión y con más inflación, ¿cómo se sale?

La economía caerá 1,5% este año pero vemos en el próximo un crecimiento de 2,3%. La trayectoria actual es normal porque los ajustes fiscal y monetario que se están llevando a cabo son grandes. La contracción del PBI es difícil de atravesar en el corto plazo aunque esencial para garantizar los equilibrios macroeconómicos. Vemos que el desempleo aumentará el año que viene y por eso enfatizamos en que se actúe en la protección social.

– En el informe la OCDE señala que Argentina vivirá varios años con inflación elevada. ¿Cuántos más?

Cuando se arranca a desinflar con tasas de inflación cercanas a 40% o 50% los precios no bajan rápidamente. Hay inercia y desinflar lleva tiempo. Concretamente, con nuestro comentario en el trabajo, nos referimos a que si se mantiene la política monetaria actual del Banco Central, la inflación este año bajará a cerca de 30% y en 2020 podría estar abajo de 25%. Pero acá no hay milagros, no se baja la inflación de un año para el otro y más en Argentina donde está claro que el canal del crédito está debilitado y por eso la tasa de interés no fue un instrumento poderoso para bajar los precios como se intentó con el régimen de metas de inflación. Pero por otro lado, este programa del Banco Central es mucho más fuerte y transparente. Tarde o temprano tendrá un impacto y a fin de año veremos un descenso de la inflación.

– Habla de la política monetaria pero en el estudio sobre Argentina, la OCDE cita que “el análisis empírico sugiere que el 90% de la inflación mensual viene determinada por la inercia, sacando cambios en las políticas macroeconómicas y tipo de cambio”. Hubo países como Israel, España o Chile donde se hizo un acuerdo precios-salarios para desinflar, ¿usted qué opina?

Que estoy de acuerdo y sería interesante verlo. Pero también sería importante definir su aspecto comunicacional. Qué ocurre si en un momento hay un distanciamiento entre las partes o se fijan expectativas de aumentos salariales muy altas o poco realistas. Tiene que haber una comunicación importante con las empresas y los sindicatos porque las demandas salarias no pueden ser demasiadas elevadas para no presionar una inflación ya de por sí alta. Es muy importante dominar la inflación en Argentina y para eso hace falta una política monetaria creíble, un marco regulatorio que no favorezca la indexación y un tipo de cambio flexible. Pero estoy de acuerdo con un programa de precios y salarios para ayudar a la economía a desinflar.

-¿Cree que es momento de plantear algo así ahora o es para el próximo gobierno?

El contexto actual, en vísperas de elecciones, no ayuda. Pero sí tal vez después de las elecciones.

-¿Qué riesgos económicos enfrenta la Argentina?

La desaceleración de la economía global. El principal motor hacia futuro y en la actualidad son sus exportaciones. Europa, Asia y Estados Unidos crecerán por debajo de lo que esperábamos este año. Pero vemos algo mejor a Brasil y los emergentes.

– OCDE hace un análisis sobre la integración de nuestro país en el mundo y en Argentina hay un debate entre los economistas: si es prioritario avanzar con el ajuste como hace el Gobierno o si en cambio es necesario definir un esquema cambiario que incentive más las exportaciones, ¿usted qué opina?

Sin equilibrar la macroeconomía no hay nada, esto está claro. El ajuste es importante por este motivo y no se trata de implementar un ajuste por el solo deseo de hacerlo. Ahora, sí es verdad que con poner las cuentas en orden no es suficiente. Argentina es un país tan cerrado que es una isla en términos de cadenas de valor y no puede darse el lujo de seguir así. Hace 15 años no se bebía vino argentino fuera de este país y hoy sí. Hubo una estrategia de apostar en los mercados internacionales y resultó. Esto mismo debería suceder con el resto de los sectores. Lo que sucede es que los aranceles y barreras de la economía argentina son muy altas. Hay trabajo para avanzar en las reformas en una segunda etapa.

Fuente: clarín.com