Por Lic. María Andrea Piazza
El único film que era capaz de quitarle el cetro a ROMA como mejor película (aunque igual ganó como film extranjero) era precisamente Green Book. Bien se sabe que la mayoría de los miembros de Hollywood se manifiestan en contra de la política del actual presidente, así que se puede decir que esta historia ganadora acerca de una gradual y entrañable amistad interracial es una forma de voto anti Trump.
El título Green Book nos define el espíritu del film, el libro verde era un manual especial que existía en la década del 60 para que los afroamericanos que viajaran por EEUU supieran cuales establecimientos aceptaban gente de color y así evitarse problemas. A pesar de que hay aires de cambio bajo la presidencia de Kennedy, aún hay mucho que modificar en la Norteamérica menos cosmopolita.
Así lo vemos en esta “road movie” que junta en una travesía en coche a un excelso músico de color Don Shirley y su chofer Tony Villalonga contratado para múltiples tareas además de conducir, a veces tendrá que hacer de guardaespaldas cuando el músico se vaya adentrando en los estados más racistas. Una cosa es admirar su música ejecutada en bellos teatros y salones de casas aristocráticas, otra muy distinta dejarlo pasar al baño que usan los blancos, las letrinas para la gente de color están afuera.
Don está resentido aunque acostumbrado. No así Tony, un descendiente directo de italianos criado en la cosmopolita Nueva York, se va sorprendiendo del encono que tiene el americano medio hacia los de otra raza. Tony al principio tenía también sendos prejuicios, hasta que la relación día a día con Don durante una extensa gira, lo va modificando.
Mientras Tony (espectacular composición de Vigo Mortensen) cumple con el prototipo del italiano-neoyorkino rodeado de familia, canchero y con la típica verborragia tana, Don Shirley (un exquisito y sutil Mahershala Ali) no responde a ningún estereotipo aunque pertenezca a una etnia de color. Criado solo por su madre y deambulando durante su infancia por distintos lugares del país tocando el piano, es un personaje que carece de raíces. Un hombre negro que viste de elegante smoking, toca piano como los dioses y tiene un chofer blanco no encaja en ningún lado.
Una comedia con toques de drama basada en una historia real que se merece los premios ganados en el Oscar (también el de mejor guión original). Con excelente música y grandes actuaciones (Oscar actor de reparto Mahershala Alí) es una película totalmente disfrutable.
Lic. María Andrea Piazza (dicta charlas de Cine – Informes 4803-6023)
Comentarios por Carolina Lascano