Por Dr. Daniel Cassola
Por primera vez se ha publicado un trabajo que pule algunos datos sobre la gran cantidad de Accidentes Cerebro Vasculares (ACV) que sufre la población argentina. El estudio se realizó en Tandil, y mediante una extrapolación, se pueden mapear los ACV de todo el país. La investigación fue llamada PREVISTA, Programa Para la Evaluación Epidemiológica del ACV en Tandil, Argentina.
El primer dato duro es que en Argentina se producen 58.124 casos de ACV por año, uno cada nueve minutos. Según opinó el médico neurólogo Fernando Cáceres, del Instituto de Neurociencias de Buenos Aires (INEBA), “es un estudio valioso, es muy positivo que por primera vez en la Argentina se haya hecho un trabajo en población local. Desde el punto de vista epidemiológico, es más prolijo y nos permite contar con cifras más precisas. Pero más allá de que se contabilice un ACV cada 9, 10 o 15 minutos, no hay que confundirse: nos da certeza sobre una epidemia que igual sigue siendo devastadora”.
Tan es así que el ACV es la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en la actualidad en toda la región. De todas maneras, Argentina presenta un panorama más favorable que otros países de la región. Mientras en Brasil hay una incidencia anual de 137 casos de ACV cada 100.000 habitantes, y en Chile, de 94 cada 100.000, en la Argentina esa cifra asciende a 76 cada 100.000.
Siguen siendo muchos casos. En la medida de lo posible debemos prevenirlos. Para ello debemos estar atentos a los síntomas. Pueden ser pródromos de un ACV:
- Una cefalea intensa que se presenta de manera súbita.
- Debilidad o adormecimiento de la cara, brazo o pierna, usualmente de un lado del cuerpo.
- Dificultad para hablar, comprender o tragar.
- Dificultad para ver con uno o ambos ojos.
- Visión doble, pérdida del equilibrio o coordinación y vértigo.
Si notamos que alguien es sospechoso de estar sufriendo un ACV debemos actuar rápidamente:
- Primero debemos acudir al hospital o llamar al servicios de emergencias público (en la Ciudad de Buenos Aires es el SAME marcando el 107) o privado, según corresponda.
- Debemos aclarar que la persona puede estar sufriendo un ACV, lo que constituye una emergencia neurológica con riesgo de vida o secuelas graves.
- Si estamos junto a la persona debemos acostarlo con varias almohadas evitando que se caiga. Debe estar de costado para que ni la saliva ni un eventual vómito bloqueen las vías respiratorias y no debemos proporcionarle ningún tipo de medicamento, líquido o alimento.
Por último, les comentamos que existen los factores de riesgo. Hay algunos no modificables, como por ejemplo la edad. Hay muchas más posibilidades de sufrir un ACV después de los 55 años. Otros sí son modificables, y tienen que ver con cuestiones sobre las que les advertimos a menudo como el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad. De todas maneras, el factor de riesgo más común es la hipertensión, presente en el 80 por ciento de los casos de ACV.
Tanto con prevención de los factores de riesgo modificables como con atención si aparecen los síntomas podemos enfrentar una patología muy severa como es un ACV.
Comentarios por Carolina Lascano