Pesa en tu justa Balanza
Señor, de un planeta
la sombra girante
que ayer fuera tan verde
Y las plumas de cada
pájaro en caída
libre pesa y los gritos
de dolor y de rabia
el humo que corona
las vastas bibliotecas
desde Alejandría
a Sarajevo y Damasco –
Y el fiel aquilata
Señor, sobre el terror
de los niños y luego
entre los escombros
de las catedrales
antiguas de Ucrania
Y líbranos del Mal
por Alejandro Drewes