Incondicional –
Ante el silencio tan deseado
siento la existencia.
¿Pequeño hallazgo?
Digo apacible, digo híbrida,
digo que voy a expresarme.
Pienso en el miedo del otro,
en mi falta de temor.
Desalienta tanta línea divisoria.
Motiva la permanencia del arte;
un cuadro de Soldi, un ángel.
Y no morir ignorada por Dios.
Silvina Vocos Quiroga
Buenos Aires, junio de 2021
De la quietud perecible –
No es fácil invocar el abandono.
Es un símbolo errante, intemporal.
Tal vez sea el hechizo de una mitología
pero debo preguntar lo irrevocable,
la incertidumbre de los cielos.
¿Qué es la muerte, de dónde llega,
en cuál mar abruma la clepsidra?
No hablo de callejas ni de bibliotecas.
No hablo de epopeyas cotidianas, íntimas,
o de plegarias cobijando el azar.
Ni del amor perdido en unos ojos.
Sucede, padre, que hubo cosas
que pasaron a mi lado sin que las viera.
¿Qué he de decir, entonces?
¿Qué alba o brújula o ventura circular
puedes responder desde la nada?
Tu soledad ¿Está lejos de este aliento?
Late mi pulso. Y la tiniebla crece.
Carlos Penelas
Buenos Aires, 5 de julio de 2021
PADRE –
Padre, levanta la cabeza y mira los cipreses.
Camina con tus honrados huesos campesinos
hacia la luz de la nostalgia.
Otra vez te esperan el combate y la derrota.
Todas las noches vienes con tu voz
a visitar los cuartos de esta casa,
a decirme palabras que no entiendo.
Padre, salúdame con tu sombrero en alto.
Esta noche tu hijo ha soñado que has muerto.
(“Cánticos paternales”, 2015)
Carlos Penelas